Los aztecas, cultura prehispánica que habitaba la zona donde ahora se encuentra la Ciudad de México, decidieron asentar su imperio en el antiguo Lago de Texcoco. Guiados por su mitología y religión; el lugar donde un águila devorara una serpiente, posada sobre un nopal, sería el lugar elegido por los dioses, donde fundarían su capital. […]

Los aztecas, cultura prehispánica que habitaba la zona donde ahora se encuentra la Ciudad de México, decidieron asentar su imperio en el antiguo Lago de Texcoco. Guiados por su mitología y religión; el lugar donde un águila devorara una serpiente, posada sobre un nopal, sería el lugar elegido por los dioses, donde fundarían su capital. De este modo, los aztecas se las ingeniaron para erigir una ciudad sobre un lago; inventaron diversos sistemas para expandir los suelos y la tierra de cultivo, además de un albarradón, construido por Nezahualcóyotl para evitar que los lagos se desbordaran durante las lluvias.

Gracias a esto, la ciudad prosperó de una manera impresionante; sin embargo su apogeo culminó con la llegada de los españoles y desde entonces, con la progresiva desaparición de dichos lagos, la Ciudad de México comenzó a sufrir los estragos de las inundaciones. Posteriormente, con el crecimiento y urbanización de la ciudad, se fue perdiendo la capacidad del suelo para filtrar el agua hacia capas profundas de la tierra. A lo largo de la historia de la ciudad, se tiene registro de diversos desastres a los que se enfrentó la ciudad. Algunos catastróficos, como la inundación de 1629.

Desde 1975, la ciudad cuenta con un sistema que capta el agua de lluvia y la dirige a otros sitios para evitar inundaciones, sin embargo éstas no han desaparecido, de hecho, parecen empeorar cada vez más. Como ejemplo tenemos también las lluvias más recientes. Al analizar lo anterior podemos darnos cuenta  de que el uso desmedido de los recursos, la explotación de suelos y el desinterés de la población tienen como consecuencia estos desastres. La acumulación de basura también tiene un papel importante en esto. Cada día en la ciudad se generan 13 toneladas de basura en la capital, según datos del INEGI. Pero debemos recordar que también gran parte de los desechos terminan en la calle y eventualmente su destino son los sistemas de desagüe.

De este modo, podemos ver que el problema tiene dos causas directas; la deforestación y urbanización y la generación de basura que bloquea los sistemas pensados para mitigar estos efectos; ambos causados por el humano. Entonces debemos reconocer que somos responsables de ello y tomar cartas en el asunto. Si expandimos un poco nuestro panorama, podremos ver que las lluvias e inundaciones ahora son un problema frecuente y más grave en diversas ciudades de todo el mundo, por lo que debemos empezar a poner de nuestra parte para frenar esta problemática.

 

COLABORACIÓN DE EARTHGONOMIC MÉXICO, A.C. Nuestra misión es fomentar el desarrollo de la sociedad en armonía con el entorno natural y el respeto a los seres vivos. Para más información visita: www.earthgonomic.org @Earthgonomic y /Earthgonomic.

Previous Post

En Buenos Aires 3 Municipios construyen con ladrillos de plástico reciclado

Next Post

Wikkelhouse, la casa de cartón que se instala en un solo día y dura toda una vida